martes, 17 de abril de 2007

por esa eternidad que ha prometido Whitman…
















Pero que viaje tan digno de cualquier poeta amante, me someto a la indigna razón que me hiere con daga profunda para volver a viajar a rincones tan ajenos, tan lejanos y tan cercanos, sin formas ni sabores, sin imagen… esa imagen… que eres constantemente en mí sin más existencia que el vacío de tu ausencia…
Te gusto, me gustas, compartimos, convivimos…
La razón del beso pendiente es un tormento diario que crea ansiedad siendo el abismo su entrada principal y la salida la discusión plena a diario sin más luz que la que imagina sus dorados marcos.
La luz, la luz que ansias deja sin sabor cada paso…
Sin sabor tal vez, cuando se unen las ansias con la sinceridad en común cordialidad a la luz de la emoción y de un grito desesperado por amar, por ser feliz aunque sea por un momento… por un instante… por esa eternidad que ha prometido Whitman…

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