sábado, 22 de septiembre de 2007

Sobre ausencias...


Hoy me recordaron tu ausencia, entre una gentil cortesía ingenua,
entre blandos y blancos espacios impostores; y de súbito entro en razón
de que si estas conmigo a mi lado:
“Tus finos hilos de Parca revolotean con pícaro coqueteo sobre cósmicas danzas tempestuosas…
tus ojos sincronizan mi delirio evidenciando la correcta lucidez de nuestra unión y de ellos
caigo en los excesos de proyectar el preludio de la osadía en que muero contigo…
Un sigiloso tamborileo de tus tacones aumenta paulatinamente al ritmo de
mis pulsaciones cardiacas a medida que te acercas, que de igual forma aumenta
la inquietud de mis ansias por tomarte en un asalto desmesurado de pasión y desvalidez”.
El tiempo se corrompe corriendo lento sobre la ausencia; corroer, extinguir, difuminar,
todas al unísono latir de la nada.
Y sigues aquí… latente, impositora, demandante… sin dar tregua alguna a la soledad…
Eres mi compañera de temores, respuesta a mis angustiantes preguntas, reflexión de mis
más entrañables dudas, eres por doquier la más preciada de mis fortalezas.

Será que tu ausencia determina mi supervivencia?...

martes, 11 de septiembre de 2007

Como te digo...


Exponer este amor, implica entrar en razones, las cuales no fluctúan ni en presencia
por entre las fronteras de la entrega que haya el silencio como hogar, sin encontrar
las frases dadoras de vida, que desean buscar una odisea y embarcar incontables
emociones en busca de aliento.
Querer supurar viejos recuerdos, no hilvana nuestros sueños, porque los augurios de Morfeo
implican una pequeña e inquieta distracción, tomándonos sobre espacios de un aire espeso
en el cual nos deslizamos pretenciosos de nuestra unión.
Celebramos nuestro redentor festejo del alma.
El bizarro clamor de reconocer en ti mi mentor, me tumba por completo, dando certeza
de que nuestro tiempo nos deja amar libremente, abriendo espacio al goce sin premeditación;
conjurando dependencias de a diario… invocando presencias matutinas.
Hagamos un alto… demos leña al fuego…más vino a la copa…
algo de tinta al alma: Con autoridad clamo los versos de Sagot:
Mi amor es insólito, absurdo, mórbido, imposible, es decir… verdadero…
No se pueden vislumbrar magnitudes, sólo hacer de ellas una carrera continua y constante;
cerrar los ojos junto a los tuyos y abrirlos de súbito buscando mi alma en la tuya,
confundir carencias retóricas, recordar tu magistral monarquía que llevas por linaje…
Absurdas las horas en que el tiempo se recicla y predomina sobre la supremacía del alma
llevando mi vida sobre yertos parajes de colores multicéfalos y despegando con abrupta
rebeldía en un inspirador encuentro donde nacen las convulsiones más vigorosas que no ha
de conocer hombre alguno.
Tu hiedra me cubre como una vieja bruma, y confiero este amor a una ecuación matemática
para encontrar tal vez alguna humana explicación, empero, me veo de nuevo en la metáfora
evolutiva del cual se dirá lo siguiente: Simplemente Te Amo.
El pedirte una entrega desconocida de algo desconocido, me lleva a nombrar tus palabras:
“Alguna vez te imaginaste sentirte tan vivo en medio de tantos muertos todos iguales”?
A lo cual diré: NO. Porque mi vida es tan solo una pincelada superflua de recuerdos antes de tu arribo,
no porque la vida que me embargaba solo era vida de cuerdos, no porque a partir de vos vivo la vivencia
de la vida… nunca imaginé sentirme tan vivo en medio de tantos muertos…
“Mi entrega implica completa confianza y certeza en vos, en nosotros, en el tiempo, en amar…”
A lo cual diré : Sí. La certeza de vos, saber que somos, que el tiempo no se digna a interferir, y que el amar
solo es lo visible…
Y para terminar de deshojar tu lírica contaré:
“Te amo con el alma, y mi alma tiene razones que la razón no conoce”.
Tienes razón. No conozco las razones de tu alma, ni los designios que de ellos se manifiestan en tu haber.
Pero si conozco al alma que me vio nacer, a tu alma que me da beber; a ese encanto que me ilumina sin más que hacer…
Te quedarás aún a m i lado?...