viernes, 22 de junio de 2007

Tu estela de Luz...

El arrivo suspicaz de tus andares como sonetos de beethoven
la estela fugaz de un latir de tu corazón
arrebatos de lucidez a cada mirada concéntrica de tu más allá
anidan presurosos por doquier sin un suplicio extenso.
Deleitarme en ti ha sido mi oficio y mi conjuro a diario
al enfrentar la carencia de tu semblante a cada paso…
Mirando la oscura e innegable noche, traigo de forma abrupta
la irrefutable realidad de que… éstas… mis manos del aire
han tomado por asalto, lo que muchos poetas y astrólogos
desean desde su primaveral inclusión en el vasto encanto del cielo…
he tomado la estrella fugaz, que formaba mis plegarias al son de las ansias
y convertía el advenimiento en una feliz espera entre reconfortante calma:
su estela bordada en seda trasciende el espacio sideral y avanza insolente
a travez del mármol crudo, cincelando el espacio entre paredes de virginal
resplandor que nacen al pie de la sagrada imagen del principio…
Te dejaste vencer, no opusiste resistencia a mi insolente rapto; he aquí
que te decreto nuevamente entre caricias del alma y sones vagos de la nada
presurosa a tu encuentro, queriendo descubrir los cuentos de Sagot con solo
darte una mirada presurosa y llena de necesidad…la necesidad de viajar a tu
encuentro magistral sin la brutal opulencia de lo corporal, porque quiero oler
tu virginal encanto de las mañanas sin restricción, presenciar el surgimiento
de la luz que te oculta de los malos presagios…y recoger tu vos…
y encontrarnos en el arcano lugar donde somos…
Y la plenitud siempre evolutiva, se ve abruptamente irrumpida
por una plegaria maternal dirigida al lugar donde convergen
la oscilación y el encanto de los cuentos de nuestra infancia…
Es ahí el origen de nuestra carencia de cordura al entregarnos
al festín de la eternidad,
que yace entre risas y hechizos provenientes del alma…

domingo, 17 de junio de 2007

El Deleite...


La vieja “Campe “ se deleitaba de continuo al verme absorto en esta
prisión que si bien, era voluntaria, desproporcionaba a mi alma
de las afecciones más puras y necesarias que el hombre decreta
al ser, en este mundo, invitado del universo al goce y deleite de la vida.
La apatía de algunas sensaciones pueden en medida resultar un
tanto satisfactorias para quienes pretenden no correr riesgos
ante la odisea de amar con demencia y dejarse demenciar,
pero ésa misma te priva de la libertad de ser susceptible, de elevar la mirada
y descubrir que el cielo es el lienzo de Dios, que las horas de tu ausencia
incrementan mi deseo de vos en ésta… tu alma.
Tal vez, una que otra afección surja como represalia
a esta triste jugarreta del abandono involuntario en el cual te hace
incurrir el destino, mas yo, firme como el ocaso que se niega a
someterse a la oscura sombra de la noche, retomo de la mano
al olvido y lo llevo a pasear a sus arcanos, donde se esconde
la esencia de la musa andante entre los rincones de altamar,
que tomaste por asalto aquel día en que fuiste en mí…
Pero siendo como la borrasca que atañe el ayer entre
simples y concretos susurros llenos de melancolía de un pasado
que persigue el presente sin más escrúpulo que la necesidad de
ese objeto de mi demencia, viajo a tu encuentro entre sombras
de un desligue atroz para declarar tu imagen en mis adentros
como la majestuosa veneración, como la vasta eternidad
de éste mi instante de superflua claridad de tu alquimia.
Repetiré el derrame de mis lágrimas de bien, y dejarlas caer en
la tierra haré, para crear armonía entre los huéspedes que me ciernen
a tí con clamores de alegría y danzas del alma, que se niegan a la
sabiduría de los cuerdos…los que fueron huéspedes de antaño.
Ya no pertenezco a este mundo de absurda austeridad del alma,
mas vivo ahora en un altar sin fronteras ni finales; es éste el hogar
donde mi recuerdo enfrenta al porvenir con las manos al sol y
sediento por la mirada que ata mi vida… la mirada del bien… la mirada del siempre
venidero y evolutivo amor de vos…

lunes, 11 de junio de 2007

Delirios crecen...


Cuando la penumbra asoma su impudicia con rostro altivo,
pienso que debo correr a tu imagen de doncella que escrutina
con bailes de amor, en mi alma arcana en su recóndito arcanismo.
Su rostro-que carga una pena de muchos-pretende crear en mí
una cobardía de antaño que-a mi pesar-forjaba incertidumbre
como la cosecha de trigo se extiende por el campo bajo el sol.
Empero, caminando entre multitudes, con las manos abigarradas
he dejado tomar un paseo a la altivez que se constituye
en serias, pero poco válidas razones, en algún lugar que yace
furtivo e impeditivo, al entregarse al goce que me das como
aperitivo de la absoluta plenitud de estar a tu lado…
Bien dicho esto, me entrego por consiguiente a recavar
ésta antología de recuerdos y sensaciones, que conllevan al
explorar cada rasgo de tu ser, con la más precisa de las
labores hechas tal vez por aquellos de pluma en mano
y rostro hacia el cielo.
Sí… texturas, olores, colores, sabores…
Delirios crecen con vigor a travez de éste, mi segundero
de bolsillo, que mórbido se halla en una penumbra tratando de apaciguar
mi demencia ceremonial de ver el tiempo en que, me posees a cada
bocanada de aire que, hurto sin pesar con infantil gentileza.
La sombra del día, tan sólo quebrantada por la beatitud de la lluvia
te trae a mí, entre una imagen impúdica de Picasso, y una alegoría al amor de Benedetti.
Sólo un nombre viene a solas rasgando este cielo, abriendo paso al que hacer
y tomando al trajín por asalto… Karla… llegaste a mí entre las arcanas
líneas de Sagot, entre imágenes seductoras de Munch que te declaran Musa.
Inmortalizar la plenitud de tu grandeza deja secuelas en mi alma,
que no compuestas por el haber existente, torna el panorama en un hecho
casi metafórico de mi compromiso con la verdad absoluta y relevante de
mi compartida dicha a tu lado.
Demos paso a la demencia y locura,
dejemos que copulen en una hermosa armonía
al ir y venir de los días, engendrando años de unidad
al son de un solo nombre… Karla… dadora de vida para
Sirius y Aldebarán… Musa en mi final…

jueves, 7 de junio de 2007

Mi deseo te decreta... Karla...



Amanecer contigo…
saber que estoy contigo cada amanecer
que cuando abres los ojos puedes, por un breve espacio,
verme a los ojos con amor… aunque sea por un instante.

Que el aroma que dejo como estela en tu habitación
perdura durante unas horas en tu espacio
y te hace recordar que estuve ahí, solo para ti
siéndonos el uno hacia el otro como la “Atracción 1” de Munch.

Al aparecer el abandono, otra imagen de Munch te trae a mí
con su “Separación” y mi deseo te decreta ya con el grito de “Pan”
y un colosal embargo de estulticia se hace de mi ser
tomando cada costa de éste… tu mar… aquí donde eres…

Y al caer la noche, ésta que es nuestra madre de arrullos,
te doy por milenaria vez, tu lugar, el lugar de Musa
incandescente que atrapa al observador de tales ojos
y lo condena a vivir parafraseando odas para ellos
sin llegar si quiera a definirlos en su más abstracta
conciliación que viene del alma.

Ésta bóveda de oscuridad de ojos saltones y brillantes
incitan al buscar respuestas a tu sortilegio
en cada rincón y recuerdos de los que habitaron el Olimpo
a buscar tu esencia tal vez, descubriendo una Diosa olvidada
por los cuentos de antaño de los hombres de la mar

Termino siendo en el fondo del espejo
queriendo ser luz, en este sueño que vasto
en todas las formas que el alma desconoce
se derrocha sin fin por toda mi semejanza… en este sueño que hilaste… en este de siempre...
y por siempre…

martes, 5 de junio de 2007

Algo de Facundo Cabral...



“ Dios tomó forma de mendigo y bajó al pueblo para acercarse a la casa del zapatero en que le dijo: “ Hermano, soy muy pobre, no tengo una sola moneda encima y mis sandalias están rotas, si tu me hicieras el favor.” A lo que el zapatero le respondió: “ Aquí todo el mundo viene a pedir y nadie a dar.” Dios le dijo: “ Yo puedo darte todo aquello que tú necesites.” ¿ Tú podrías darme un millón de dólares para que yo fuera feliz?. Yo puedo darte diez veces más que eso a cambio de algo; a cambio de tus piernas. A lo que el zapatero le respondió: “ Para qué quiero yo diez millones de dólares si no voy a poder caminar sólo”. Puedo darte, continuaba el Señor, cien millones de dólares a cambio de tus brazos. El zapatero, inquieto le dijo: “¿ Qué puedo hacer yo con cien millones de dólares si no voy a poder comer solo?.” El Señor le hizo la última tentativa al zapatero. Te voy a dar mil millones de dólares a cambio de tus ojos. El zapatero, asustado ante el mendigo le respondió: “ Qué hago yo con mil millones de dólares si no puedo ver a mi mujer, a mis hijos, a mis amigos.” El señor le dijo: “ Ah, hermano, hermano, qué fortuna tienes y no te das cuenta”.

viernes, 1 de junio de 2007

Nuestro Lugar Arcano...


De cara al amanecer
tomados de la mano
nuestros rostros en mirada fija
ansiando nuestro lugar arcano

Es ahí donde viajamos,
las almas abigarradas
sin temor a lo que vendrá…
viajamos con prisa
cuando la avidez implora nuestra llegada…

Ésta aventura, tal cual prótasis al mundo
en sigilosa lengua del alma
Confección del bien es este amor,

hemos de bruñir nuestras almas…